Nuestra historia comienza al estar embarazada, mi ginecólogo me informa que es un embarazo de alto riesgo, que estábamos a tiempo de interrumpir la gestación, sólo contaba con dos meses de embarazo en ese momento, pasaron infinidad de sentimientos encontrados, sin dudarlo decidí tener a mi hijo. Sin saber que se trataba de un niño como yo deseaba así transcurrió mi embarazo pero al nacer el doctor y el pediatra me informaron que era un niño muy pequeño y bajo de peso porque nació de ocho meses, durante su primer año de vida se me enfermó mucho al grado de quererlo operar de peritonitis porque no podía obrar durante 7 días pero un milagro evitó la cirugía y al cumplir su primer año dejó de enfermarse, hasta el 21 de junio de 2006 que fue operado de emergencia y el 22 de junio se nos informa que tenía insuficiencia renal aguda en fase terminal de 10% funcional de sus riñones, mi esposo, mis dos hijas, mi yerno y yo no sabíamos qué hacer en ese momento. Oscarín al oír la noticia nos dijo que no nos preocupáramos que una amiga tuvo el mismo problema y que ya estaba trasplantada y su operación fue en el Instituto Mexicano de Trasplantes de Cuernavaca, Morelos. Ya estando recuperado fuimos a la clínica de hemodiálisis en donde se nos informa lo mismo y que tenía que hacerle hemodiálisis para preparar el trasplante el cual se realizó el 17 de agosto de 2006 dándoselo mi yerno, todo salió muy bien pero en un par de días se nos informa que Óscar tenía que ser reoperado, que la vena se había trombozado, todo salió bien pero unas horas después se presentó el mismo problema con la vena pero esta vez le hicieron nefrectomía. Y estuvimos como al principio, sin dinero, sin donador para un segundo trasplante, al regresar de Cuernavaca mi hermano Miguel dijo, "aquí estoy para donarle mi riñón a mi sobrino" y se los voy a devolver sano y así comenzó una nueva esperanza para todos, principalmente para mi Oscarín y su segundo trasplante.

Fue el 17 de enero de 2007, con la ayuda de las fundaciones FUNAT y Sólo por Ayudar, les doy las gracias, "Gracias a Dios", gracias al Instituto Mexicano de Trasplantes, gracias, gracias, gracias y por siempre gracias por existir IMT.

Dios los bendiga a todos, Médicos, Enfermeras y todos los que colaboraron y me devolvieron a mi hijo.

Atentamente, Irma Villar Romero©